viernes, 29 de agosto de 2014

EL AIKIDO Y LA MUJER

Publicado en facebook por Aikido Universitas



EL AIKIDO Y LA MUJER

En nuestra sociedad existe una desigualdad jerárquica entre los géneros femenino y masculino que se expresa en prescripciones muy fijas y estereotipadas de cómo ser mujer y cómo ser hombre, con asignaciones de valor, de jerarquía, status y poder a cada uno. Bajo este androcentrismo se define a las mujeres como sostenedoras de lo emocional, de lo doméstico, de lo irracional, pasivas, etc. En cambio los varones son vistos como los sostenedores económicos, de la familia, con capacidad para las grandes decisiones, exitosos, etc. Todo esto se traduce culturalmente en la aceptación de una superioridad masculina e inferioridad femenina como realidad inevitable.
Una de las consecuencias de este planteamiento es la creencia a “pie juntillas” de que las mujeres, biológicamente, no son aptas para disciplinas como las artes marciales o bien creen que aquellas, podrían masculinizarla (perdiendo de esta manera la categoría de “objeto estético” al que han sido elevadas). La participación de las mujeres en el Aikido adolece del mismo problema social. No encaja una mujer en un arte marcial para el cual la fuerza muscular, la rapidez de movimientos y la agilidad mental son factores primordiales. A la vez, las que deciden practicarlo, tienen que luchar contra las descalificaciones a las que son sometidas.
Existe un gran rechazo social sobre aquellas prácticas que no coinciden con lo “femenino” (definido por suave y delicado), pues rompen con el modelo imperante pero con el cual todas nos identificamos sin ser totalmente conscientes del engaño al que somos sometidas. El Aikido por definición no contiene elementos diferenciadores entre mujeres y hombres, ni en las técnicas, ni en la vestimenta; además, en la lucha, la fuerza es prácticamente irrelevante para realizar un buen ejercicio marcial. Incluso, en la cultura japonesa, con sus rígidas normas, admitía la participación de las mujeres dentro de sus dojos.
En general, el propósito del Aikido es educar al cuerpo, a la mente y al espíritu, con el fin de lograr un desarrollo integral del ser humano. Desglosando lo que este arte marcial nos ofrece tenemos que, en cuanto a la salud corporal, los beneficios de la actividad física para las mujeres son interesantes: ayuda a fijar el calcio en los huesos; disminuye los síntomas de la menopausia; en el embarazo un cuerpo flexible ayuda en la hora del parto y en la posterior recuperación; los movimientos se hacen más sutiles y coordinados, a la vez que se aumenta la potencia física; en general se embellece el cuerpo. Esta mejora va unida al conocimiento de nuestra propia mente: ser conscientes de lo que pasa por ella nos permite gestionar de forma inteligente nuestros afectos. Cuando alguien sólo ha vivido con violencia, con carencia de afecto, etc., es más probable que sus respuestas sean también violentas, porque es el sentimiento que más profundamente conoce. La base del Aikido es la no-violencia, sus pautas van dirigidas a enseñarnos a vivir en armonía con uno mismo sabiendo enfrentarnos a sentimientos negativos como la ira, el miedo, la duda, la indecisión, el menosprecio, la vanidad, etc. Como metodología se utiliza el propio ejercicio, siguiendo la premisa “una acción es un pensamiento que se manifiesta”, por ejemplo: Si observamos que un movimiento es ejecutado con rabia nos da a entender: la falta de cooperación por parte del otro/a, su desconfianza, y/o su lucha por controlarnos. En cambio si el movimiento está hecho con determinación pero suavemente, todo fluye hacia un diálogo tranquilo, donde encontrar la solución más adecuada sea el “modus operandi” de la relación entre los individuos implicados. No se trata de camuflar nuestras emociones sino todo lo contrario, hay que expresar nuestro sentimiento a quien nos lo haya generado, pero es importante saberlo hacer de forma asertiva y respetuosa. Cuanta mayor coherencia exista entre nuestro pensar, nuestro sentir y nuestras acciones, mayor equilibrio, bienestar y libertad habrá en nuestra vida.
 El Aikido es una vía de unidad del cuerpo con el espíritu. Esto es, existe una comunicación entre nuestro interior (espíritu) y el mundo, que puede resultar enriquecedora si se sabe escuchar; ese diálogo se trasmite a través de la estructura corporal: Unos movimientos flexibles nos hablaran de un interior abierto a todas las posibilidades y retos que la vida nos ofrece; la resistencia al esfuerzo se traduce en paciencia y superación del sufrimiento; la agudeza en los reflejos, en la capacidad de observar todo lo que pasa a nuestro alrededor. Nos expresamos con el cuerpo, a través de él experimentamos la vida, nos movemos y sentimos por medio de él. Aquél es un instrumento al servicio del “Yo” y por ello, debe ser cuidado, mantenido, entrenado, e incluso conducido. Si somos incapaces de amarnos, de aceptar como somos (física y mentalmente), no seremos capaces de querer y aceptar a otras personas. Si no sabemos escuchar nuestro cuerpo, ¿cómo vamos a saber lo que necesita?. Pero es difícil escuchar cuando estamos llenas de obsesiones, ansiedades, cuando reprimimos nuestros deseos,... Al liberar las tensiones del cuerpo dejaremos de dañarlo y dañarnos, entonces tomaremos conciencia de nosotras mismas, de nuestras limitaciones y capacidades. Reconoceremos donde actuar si algo no nos agrada o merma nuestra salud. Además nos libraremos del mito de la belleza femenina, valorando nuestro cuerpo antes que querer tener el de otra persona; pudiendo ser sensuales sin que por ello estemos provocando a los hombres. Si una mujer se ve obligada a sufrir por su aspecto para sentirse valorada y respetada, para conseguir un trabajo, para integrarse en un grupo, entonces estamos confundiendo libertad y obligación.

Virginia Mayhew fue una de las dos únicas mujeres que fueron alumnas directas de O-Sensei, Morihei UeshibaVirginia Mayhew fue una de las dos únicas mujeres que fueron alumnas directas de O-Sensei, Morihei Ueshiba

Pocas veces, se tiene en cuenta que la práctica del Aikido puede ser un recurso para la educación, prevención, cura y defensa frente a la violencia contra las mujeres, sin embargo, son notables los beneficios que la práctica de este arte procura para la socialización y la educación, en igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.
La transmisión de valores como el respeto hacia el otro y hacia uno mismo, el autodominio, el coraje, la modestia, la calma, etc. son parte de las herramientas utilizadas para tal fin. Hay que destacar que estas enseñanzas nos llevan ha obtener mayor confianza en nosotras mismas, lo que es fundamento para una personalidad sana. Y no hablo de una confianza en sí misma ante una agresión o asalto, lo cual es una cosa accidental, sino la confianza que se necesita en las actividades diarias, ya sea en el trabajo, estudio, hogar y relaciones sociales.
Estar segura y tranquila con uno misma, es fundamental para poder decidir qué persona queremos ser y reconocer qué es lo que nos hace feliz, rompiendo con el autoengaño al cual las mujeres nos hemos venido sometiendo, dada la internalización de normas enajenantes como pueden ser: la culpabilidad, la falta de autoestima, incapacidad para identificar las emociones o bien para poder expresarlas, desconfianza ante nuestras propias capacidades, el poco respeto ante nuestro cuerpo, y así, hasta un sin fin de aspectos.
 El Aikido se basa en movimientos armónicos, éstos revelan los hábitos personales, nuestra actitud ante la vida y nuestra forma de enfrentarnos a ella. Nos descubre la manera en la que pensamos, percibimos, interactuamos y respondemos a situaciones cotidianas. Ser consciente de todo ello es primer paso para transformar en positivo aquello de nosotras que nos bloquea, nos daña o nos hace ser violentas. Cabe decir que los seres humanos aprendemos a ser agresivos de la misma manera que aprendemos a inhibir la agresión.
 Desde la práctica del Aikido se nos plantea nuevas maneras de encararnos con los conflictos y rompe con la idea de que sólo se puede crecer o lograr algo mediante la violencia. Evidentemente, no se trata de ser sumisas o reprimidas, sino de ser capaces de encontrar el camino más adecuado que guíe nuestras diferentes energías hacia una resolución no violenta de los desacuerdos. Es un hecho constatado que las víctimas de la violencia de género están presas de la angustia, la impotencia, el temor y la desorientación. Ven minada la capacidad de pensar con claridad, de concentrarse o de tomar decisiones. Por consiguiente necesitan recuperar el sentido de seguridad, de esperanza y de control sobre sus vidas.



El Aikido plantea una tarea curativa que consiste, en la búsqueda de la paz interior y en la recuperación de la fuerza para reconstruir un nuevo proyecto vital. Si la violencia contra las mujeres constituye una aberración que se alimenta y sobrevive en el entramado de nuestra sociedad, su erradicación nos concierne a todos y todas. Aunque ya en pleno siglo XXI, las barreras de género son menores que antaño, a las mujeres nos queda mucho por superar. Hemos de tener el coraje de entrar en los territorios que desde tiempos ancestrales, nos han sido vetados por el mero hecho de ser mujeres.
 Reiteramos que el Aikido es una filosofía de vida, no se queda en la técnica sino que la transciende para posibilitar el progreso del individuo. La manera en como lo practicamos no es más que una metáfora de nuestra vida y nuestras experiencias. Dado que, todas las actitudes y comportamientos están dentro del abanico de posibilidades de la persona, es responsabilidad nuestra elegir aquellas formas que conduzcan hacia una mayor armonía con nosotras mismas y con el resto de la humanidad.
 Para concluir recordar una frase de Morihei Ueshiba (fundador del Aikido):
“Conocerse uno mismo es conocer la misión asignada por el cielo. Cumplir la misión del cielo es ajustarse al orden del Universo(...)”.
Porque el verdadero rumbo de la vida está determinado desde nuestro interior, tenemos que autoconocernos, y una vez adquirido éste, hemos de autorealizarnos. Pues la verdadera libertad está en ser lo que uno es. 


Sandra Hernández León
Fuente: Takemusudojo

lunes, 18 de agosto de 2014

HORARIO DE PRACTICA OTOÑO 2014

AIKIDO CANCUN

HORARIOS DE PRÁCTICA VERANO- OTOÑO 2014

MATUTINO
MARTES Y JUEVES DE 7.30 A 8.30 A.M

SABADOS Y DOMINGOS DE 9.00 A 11 .00 A.M

NOCTURNO
LUNES A JUEVES DE 8.30 A 9.30 P.M

TOTAL DE HORAS SEMANA/MES
10/40
DOJO
“CAR” CANCUN GYMNASTICS
Av. 16 de Abril SM 10 A Lote. 4
Cancún, Quintana Roo
C.P. 77500.
INFO: Cel .998 2314663
info@aikidocancun.com
Facebook: Aikido.Cancun
Twitter AikidoCancun
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martes, 1 de julio de 2014

CURSO DE VERANO 2014 PARA NIÑOS Y JÓVENES INTRODUCCIÓN AL AIKIDO



CURSO DE VERANO 2014 PARA NIÑOS Y JÓVENES
INTRODUCCIÓN AL AIKIDO




CURSO DE VERANO 2014  INTRODUCCIÓN AL AIKIDO

El centro de alto rendimiento  “CAR”  Cancun Gymnastics en colaboración con Aikido Cancún  han preparado dentro de Curso de Verano  2014  un programa de introducción a la práctica del Aikido  en el Dojo de Aikido  del “CAR” donde todos los  niños y jóvenes que asisten a curso de verano tendrán la oportunidad de conocer la Historia y etiqueta del Aikido, así como al introducción a movimientos básicos, coordinación pies manos y Ukemi.

El objetivo fundamental es dar a conocer  a las niñas, niños, y jovenes  una práctica que promueve la cooperación, el trabajo en conjunto, la no violencia y que al fortalecer su espíritu les da la seguridad necesaria para enfrentar las adversidades y a sus propios temores.

viernes, 6 de junio de 2014

KURITA SHIHAN - KURITA JUKU AIKI


AIKIDO CANCUN HORARIOS DE PRÁCTICA VERANO OTOÑO 2014
















AIKIDO CANCUN

HORARIOS DE PRÁCTICA VERANO OTOÑO 2014

INICIANDO JUNIO 10

MATUTINO
MARTES Y JUEVES DE 7.30 A 8.30 A.M
SABADOS Y DOMINGOS DE 9.00 A 11 .00 A.M

NOCTURNO
LUNES A JUEVES DE 8.30 A 9.30 P.M
TOTAL DE HORAS SEMANA/MES

10/40
DOJO
“CAR” CANCUN GYMNASTICS
Av. 16 de Abril SM 10 A Lote. 4
Cancún, Quintana Roo
C.P. 77500.

INFO: Cel .998 2314663
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viernes, 2 de mayo de 2014

SEMINARIO DE AIKIDO Y IAIDO VERCRUZ MEXICO MAYO 31 Y JUNIO 1 DE 2014




Kurita Juku Aiki  y Kurita Juku Aiki Veracruz
Seminario  de Aikido y Iaido
Mayo 31 y Junio 01, 2014
Okuyama Shihan
Puerto de Veracruz  México
Info:
Armando Rivera  Shidoin
armandoideas@hotmail.com  Tel 2299333588
Griselda Ramón    
grriiss@hotmail.com    Tel. 2299821685







T.S. Okuyama Shihan
Okuyama Shihan ha estudiado Aikido por mas de 30 años y Iado por más de 20 años tanto en los Estados Unidos como Japón, bajo un número de maestros de Aikido y Kendo / Iadio, reconocidos internacionalmente.

Nativo del Japón, inició su entrenamiento de Aikido en 1972 en Chicago con A. Tohei Shihan, maestro de Aikido del Japón.

En 1982 inició la práctica de Iaido en San Diago con el reconocido maestro de Aikido T. K. Chiba Shihan. Entrenó tanto Aikido como Iadio con Chiba Shihan y Kendo en el templo Budista local hasta su regreso a Japón en 1983, donde continuó su entrenamiento en Muso Shinden Ryu Iaido con T. Mitsuzuka, 8º Dan, Kyoshi, el profesor de Iaido de Chiba Shihan. Continuó entrenando Aikido, Kendo y Iaido mientras vivió en Japón. En 1985 se mudo a Ann Arborl, Michigan y fundó Great Lakes Aikikai en 1988 donde enseñó Aikido y Iaido. Se relocalizó a Albuquerque en Septiembre 2001 y en el presente enseña Aikido y Iaido en Albuquerque Aikikai como Maestro en Jefe.

En 1992, recibió el 5º Dan y certificación como maestro, Shihan, en Iaido de T. Mitsuzuka Shihan. En Enero 2004, recibió el 6º Dan y autorización para abrir un Dojo sucursal de Sanshinkai en Norte y Sud América.

En México, los instructores han recibido la certificación Shidoin otorgada por Okuyama Shihan.

martes, 1 de abril de 2014

PRACTICA DE AIKIDO EN CANCUN MEXICO


PRACTICA DE AIKIDO AIKIKAI EN CANCUN







Jovenes y Adultos
Lunes a Jueves de 8.30 a 9.30 pm


Niños y Jovenes
Martes y Jueves de 6.30 a 7.30 pm,


General
Sábados y Domingos de 9.00a 11 .00 am.

Ubicacion
AV. 16 de Abril lt 9 mz 1
SM10-A C.P. 77500 CANCUN QUINTANA ROO MEXICO.
Telefono 998 231 4663
Out side Mexico +52 1 998 231 4663
e-mail:
info@aikidocancun.com
roninaikido@gmail.com

lunes, 31 de marzo de 2014

PRACTICA DE AIKIDO FINES DE SEMANA AIKIDO CANCUN

PRACTICA DE AIKIDO FINES DE SEMANA


4 hrs Intensivas de practica
Sabados y Domingos de 9.00 a 11.00 am
AV. 16 de Abril lt 9 mz 1 SM10-A C.P. 77500 CANCUN QUINTANA ROO MEXICO.
Telefono 998 231 4663
Out side Mexico +52 1 998 231 4663
e-mail:
info@aikidocancun.com
roninaikido@gmail.com

domingo, 9 de marzo de 2014

ASPECTOS IMPORTANTES DE LA PRÁCTICA



ASPECTOS IMPORTANTES DE LA PRÁCTICA

November 15, 2011 at 8:16am

Publicado originalmente en Aikido-Unioversitas

https://www.facebook.com/notes/aikido-universitas/aspectos-importantes-de-la-pr%C3%A1ctica/315379975155615




1.Espalda recta, cuerpo relajado y la mente en calma

La columna vertebral soporta el peso del cuerpo, por lo que debe mantenerse recta con naturalidad. La cabeza debe mantenerse erguida, el cuello relajado y la barbilla ligeramente metida hacia adentro, como si tuviésemos la cabeza levantada con una cuerda. No se debe curvar ni ladear la espalda para evitar tensiones musculares sobre el tronco que nos impedirían respirar con normalidad y mover los brazos libremente.. Procurándonos una visión más clara de cuanto nos rodea. ¡Espalda recta, piernas flexionadas, mirada al frente! Sin importar el tipo de movimiento que efectuemos.
El cuerpo debe de estar relajado para que las posturas sean naturales y todas las partes del cuerpo puedan moverse libremente. El Aikido nos enseña a relajar las diferentes partes de nuestro cuerpo. Un cuerpo relajado facilita la concentración en la respiración y en el movimiento, posibilitando unos movimientos fluidos y continuados. Evitar la falta de energía y flacidez
Hay que estar tranquilo durante la práctica, eliminar los pensamientos que distraigan nuestra atención y concentrarse en los detalles de la técnica. Una mente en calma nos ayuda a interiorizar nuestras acciones.

"El cuerpo va donde llega el espíritu".


2. Expansión y contracción, duro y suave (fuerte y vacío)

La expansión y la contracción son las manifestaciones externas de la acción del espíritu interno ( en este caso concreto, del Hara. Todos los movimientos que parten del Centro hacia el exterior, como la extensión o la elevación pertenecen a la expansión y todos los movimientos que van hacia el Centro, tales como la flexión o la caída pertenecen a la contracción.
Todos los movimientos finalizados (técnicas) son fuertes, pero mientras se están ejecutando son vacíos.- Ej. Cuando ejecutamos una técnica en ura ( Ikkio Ura), mientras estamos pivotando estamos vacíos pero al finalizar la ejecución estamos fuertes.- Cuando nos concentramos en la mano derecha, esta es fuerte y la izquierda vacía.-
Expansión y contracción, duro y suave se manifiestan en todas las técnicas, mezclándose y cambiando entre si armoniosamente, sin embargo cuando se trata de una proyección (nage) dureza y suavidad deben ejecutarse con gran velocidad.
Esta mezcla, debe volver a mezclarse una vez más con otro agente no menos importante que es la respiración. Por lo general un movimiento de expansión va acompañado de una inspiración y un movimiento de contracción va unido a una expiración. ¡Armonizar movimiento y respiración!


3. Ser enérgico y concentrar el Ki en el Hara

Los movimientos deben ser enérgicos y estables, debemos trabajar con energía y hacer funcionar la vitalidad (Ki) a través de nuestro cuerpo para ejecutar las técnicas con elegancia y armonía de movimientos. Los gestos deben ser relajados pero llenos de vigor, como si la fuerza interior estuviese a punto de explotar en cualquier momento. Para que esto ocurra debemos concentrar el Ki en el Hara o lo que es lo mismo, debemos estar concentrados en hundir la vitalidad en el Hara para obtener una sensación de plenitud en esta parte del cuerpo. Hay que integrar el movimiento del uke y el nuestro en el centro (Hara) y desde aquí expulsarlo con convicción, para obtener un resultado optimo y satisfactorio para ambos.
Solo de esta manera obtendremos una postura fuerte y equilibrada, evitando el desequilibrio..


4. Coordinar los movimientos y mezclar lo interno y lo externo

Un solo movimiento mueve todo el cuerpo. El Aikido al ser un Arte interno y un entrenamiento físico dinámico pensado para el hombre (sin imitaciones de animales como en otros estilos Budo) exige que todas las partes del cuerpo estén en perfecta armonía, unificando los movimientos de espalda, cadera, brazos y piernas. Cuando una técnica a finalizado, debemos estar perfectamente posicionados, manos y pies, espalda, cadera y ojos deben acabar de forma precisa, en el mismo momento Hay que centrarse en coordinar los movimientos.
.Pero, no basta con coordinar los movimientos solo en apariencia, se debe prestar especial atención al aspecto interno y dirigir los movimientos corporales durante la ejecución de una técnica para mezclar lo interno y lo externo en uno solo. El principiante debe preocuparse de imitar la técnica, pero una vez adquirido un cierto dominio de esta, hay que dirigir la atención hacia el interior y buscar el flujo de energía vital para conducir cualquier movimiento desde el interior hacia el exterior, facilitando la acción.
"Sin movimiento interior no hay acción exterior”. Mezclando lo interno y lo externo podremos alcanzar una coordinación perfecta y entenderemos mejor la unidad existente en la mayoría de técnicas de Aikido. 


5. Calma y acción

Nuestro espíritu necesita calma para vencer correctamente. No podemos dejarnos arrastrar por iras ni miedos infundados que solo son fruto de nuestra imaginación y que nos impedirán ver y valorar la realidad en su justa medida. Hemos de aprender a entrenar sin intención, con calma y tranquilidad, sin prisas..
Entrenar con lentitud puede ayudarnos a tener una buena base, entender y corregir los movimientos con precisión, mejorar nuestro equilibrio y potenciar nuestra fuerza interior. Pero debemos mantenernos enérgicos y concentrándonos en todo momento desde el principio hasta el final.
Si conseguimos aplicar una técnica con eficacia a una velocidad lenta, en el momento que deseemos podremos acelerarla obteniendo unos resultados realmente devastadores y del todo satisfactorios. De esta manera, damos un mayor sentido a la practica y nuestro nivel técnico mejorara con total seguridad.
Calma y acción van unidos a lento y rápido, a interno y externo.


6.  Ser firme y correcto, ser constante

La función del entrenamiento en Aikido es sobre todo la de mejorar nuestra salud ( física y mental) y la de fomentar grandes valores en sus practicantes, tales como el respeto y el amor al prójimo.
El Aikidoka debe cultivarse para ser una persona firme y correcta en todos los aspectos de la vida. En el respeto al maestro y en el respeto por sus compañeros. Así mismo debe entrenarse duramente y ser constante en la práctica del Aikido para mejorar su salud. Lo más importante es la constancia, si no se persevera, no se llegara a dominar el Arte. Únicamente con una práctica y continuada se podrá entender la sutileza y la profundidad de este maravilloso Budo y llegar a obtener auténticos beneficios para nosotros, tanto físicos como mentales y morales.

"Habiendo practicado diez mil veces, lo maravilloso se manifestará por sí mismo". Prov. Chino


L.N. Macua. Aikido Satori.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Entrevista con Yutaka Kurita Shihan por Liese Klein

PUBLICADO POR AIKIDO EN LINEA

http://www.aikidoenlinea.com/blog/entrevista-con-yutaka-kurita-shihan-por-liese-klein/

Entrevista con Yutaka Kurita Shihan por Liese Klein



marzo 5, 2014 en Historia por Alejandro Villanueva
La entrevista que publicamos en esta entrada fue llevada a cabo el 12 de Junio de 2001 por Liese Klein, Jefe Instructor de Fire Horse Aikido, durante el Segundo Campamento de Verano de la Birankai International en San Diego, California. Fue publicada originalmente enaikidosphere.com.
Sobre Yutaka Kurita

Nacido en 1940, Kurita Sensei comenzó su entrenamiento de Aikido en 1958 y se convirtió en uchi deshi en 1959 donde se unió a Tamura, Chiba y Kanai. Fue un alumno entregado de O Sensei y permaneció con él en el Hombu Dojo hasta su fallecimiento en 1969. En 1979 viaja a México donde se establece y comienza a enseñar Aikido en Ciudad de México como representante del Aikikai. Kurita Shihan ostenta en la actualidad el grado de 7º Dan, Shihan del Aikikai, y es Director del Kurita Juku Aiki. Realiza seminarios de modo frecuente alrededor de México y los Estados Unidos.

Entrevista con Yutaka Kurita Shihan
Por Liese Klein
Liese Klein: Sensei, primero ¿cómo comenzó en el Aikido?
Kurita Yutaka: Yo estaba en una tienda de libros y vi un libro escrito por Kisshomaru Sensei. Yo había practicado algo de Judo y Kendo en el colegio, pero yo siempre estaba interesado en leer y saber más sobre otras formas de Budo.
Liese Klein: ¿Usted es de Tokio?
Kurita Yutaka: Sí, yo nací en Tokio. Soy un verdadero “Edo-ko” [nativo de Tokio].
Liese Klein: ¿Cuál fue su primera impresión sobre el Aikido?
Kurita Yutaka: Yo no entendía nada sobre el Aikido. El libro que encontré era difícil de comprender – Kisshomaru Sensei usaba un lenguaje muy abstracto. Pero yo estaba muy interesado en este arte marcial, y quería conocer más. Afortunadamente la dirección del Hombu Dojo estaba escrita en la parte posterior del libro.
Todavía cursaba mi último año en la secundaria cuando por primera vez visité el Hombu dojo. Fui a la clase de las tres de la tarde y vi a Kanai Sensei tomando ukemi. Yo no entendía lo que ocurría pero lo encontré muy interesante. Me uní el día siguiente. La esposa del Doshu estaba trabajando en la oficina del dojo, y ella me dio todos los formularios y recibió mi pago.

Liese Klein: ¿Cómo era entrenar en ese período de tiempo?
Kurita Yutaka: Kanai sensei era cinto blanco en esa época y Chiba Sensei era nidan. Yo tenía 19 años cuando me uní. Kanai Sensei era unos meses más joven que yo, pero era mucho más avanzado en el Aikido. Me hice amigo enseguida de Kanai Sensei y de Chiba Sensei porque mi idea era que si querías aprender más rápido, era mejor tener cercanía con los uchideshi.
Chiba sensei era un alumno mayor, y era casi como Waka Sensei en su comportamiento. Era muy fuerte y tenía un poder asombroso. Kanai Sensei todavía era cinto blanco pero estaba aprendiendo muy rápidamente y mejoraba a un ritmo muy veloz. Al comienzo yo no sabía quién era quién en el dojo. Nadie me presentó formalmente a nadie. Tenías que hacerte amigo de alguien para saber cómo funcionaban las cosas.
A Chiba Sensei le fue encomendado el cuidado del shinzen – el kamiza especial en el Hombu Dojo. Se mantenía como un santuario o altar para los ancestros, con arroz y sake, etc. Había que arreglarlo cada día de forma muy cuidadosa. Le pregunté a Chiba Sensei cómo aprendió a hacer este importante trabajo y él me gritó: “¡Lo tienes que averiguar tú mismo!”Liese Klein: ¿Cuáles fueron sus primeras impresiones de O Sensei?
Kurita Yutaka: La primera vez que le vi yo no sabía quién era. Tenía el pelo blanco, barba blanca – era la imagen perfecta de un abuelo. Se parecía mucho a mi abuelo. Pasó un buen tiempo hasta que me di cuenta que detrás de esta imagen de abuelo había un asombroso artista marcial. En el mundo del Budo este hombre era tan importante, quizás el artista marcial más importante del Japón. Era asombrosa la cantidad de personas que visitaban a O Sensei. Gente como Haga Sensei, quien fue alumno de Nakayama Hakudo, el maestro de espada.
Liese Klein: ¿Cómo decidió mudarse al dojo?
 Muchas personas decían que querían ser uchideshi, pero solo duraban un día. Abandonaban porque el entrenamiento era verdaderamente duro y la comida era muy escasa. Kurita Yutaka: Empecé a entrenar más y más. Primero la clase de la tarde, luego las clases de la mañana y de la noche. Cada día practicaba por lo menos tres horas.
Quería convertirme en uchideshi y entrené lo más duro que podía. Terminé mis estudios de secundaria en Abril de 1959 y fui a reunirme con O Sensei en Agosto de ese año. Kisshomaru Sensei me dijo: “quieres ser un uchideshi, ¿cierto?”. Me llevó a las habitaciones de O Sensei, y éste acordó aceptarme. Yo era el de menor rango – en esa época Tamura Sensei era el uchideshi mayor, seguido por Nishiuchi, Chiba, Sugano y Kanai.
Yamada Sensei se había ido a Nueva York el año anterior. También había “jun-uchideshi”, que estaban considerados como uchideshi pero no pernoctaban en el dojo. Los soto deshi pagaban sus cuotas y estaban un poco fuera del sistema.
De los uchideshi, Kanai Sensei y yo éramos los únicos cintos blancos.
Era muy difícil convertirse en uchideshi en aquella época. La lista se mantenía corta. Muchas personas decían que querían ser uchideshi, pero solo duraban un día. Abandonaban porque el entrenamiento era verdaderamente duro y la comida era muy escasa.
No teníamos nada de carne y comíamos pescado solo de vez en cuando. No nos daban café, ni frutas, ni dulces, ni siquiera cerveza. Nuestras comidas consistían en algunos vegetales, arroz y sopa miso. De vez en cuando algunos de los miembros más pudientes nos traían regalos o nos invitaban a comer afuera. Pero la vida en el dojo era bastante difícil.
Liese Klein: ¿De qué manera era su vida como uchideshi?
Kurita Yutaka: Yo era el de menor rango y a menudo nos mandaban a acompañar a O Sensei a su dojo en Iwama. Solíamos ir allá y trabajar en el jardín, cortar madera, y hacer muchas tareas. O Sensei cultivaba rábanos daikon, zanahorias y otros vegetales.
En Iwama nosotros tomábamos una clase especial de bokken en la mañana con O Sensei, una clase cerrada para el público. A menudo solamente éramos tres o cuatro personas – Saito Sensei, a menudo Chiba Sensei, y unos cuantos otros. En la noche había una clase detaijutsu, pero tampoco había mucha gente en esa clase. O Sensei enseñaba todas las clases; o Saito Sensei las enseñaba si O Sensei no podía. Pero ninguno de nosotros sentíamos que éramos instructores en verdad – nosotros solamente éramos discípulos de O Sensei. Todos éramos embajadores del arte de O Sensei. Así es como son las cosas en el Budo tradicional japonés.
De regreso a Tokio, Osawa Sensei estaba a cargo. Antes de la guerra Osawa Sensei llevaba un bar, pero Kisshomaru Sensei le había llamado de regreso para ayudarle en el Hombu Dojo. Osawa Sensei ya era 7º Dan en el momento en que yo me uní.
Los otros instructores en ese tiempo, además de O Sensei, eran Tada Sensei y Arikawa Sensei, ambos 5º Dan. Tamura Sensei era 3er Dan y enseñaba fuera del dojo. A menudo yo iba a la clase de las tres de la tarde dada por Tada Sensei y algunos de los instructores más jóvenes. Kisshomaru Sensei enseñaba en la mañana y en la noche. Osawa Sensei enseñaba la clase de las ocho de la noche.
Liese Klein: ¿Cuáles fueron sus experiencias con O-Sensei?
Kurita Yutaka: Bueno, una de mis primeras tareas cuando me mudé al dojo fue la de preparar el baño de O Sensei. Él tenía una bañera tradicional japonesa que se calentaba con madera. Yo calentaba el agua, luego sacaba la madera del horno y llamaba a O Sensei. Había una distancia considerable desde las habitaciones de O Sensei hasta el baño, así que para el momento en que llegaba el agua se  había entibiado un poco y estaba perfecta.
Chiba Sensei y Kanai Sensei me dieron un día el trabajo de preparar el baño. Por supuesto que se me olvidó sacar la madera, y cuando O Sensei sacó el cubo de la bañera, el agua estaba hirviendo. ¡Se puso furioso!
Entró intempestivamente al cuarto de los uchideshi, que quedaba cerca, y comenzó a gritarle a Kanai Sensei. “¿Quién ha hecho esto? ¿Kanai, me estás tratando de matar?” ¡Estaba verdaderamente molesto! Salí corriendo tan pronto escuché sus gritos. Entonces O Sensei nos llamó a todos al cuarto de los uchideshi y exigió saber quién había cometido el gran error. Yo di un paso hacia delante y admití mi error. Dado a que yo era el menor, salí bien librado pero O Sensei me advirtió: “¡Lo haces otra vez y estás fuera!”También me acuerdo lo extraño que fue que yo comencé a enseñar casi de inmediato. Cuando un instructor estaba fuera o enfermo, el sistema consistía en que el primer uchideshi disponible era el que daba la clase. ¡A veces un cinto blanco como yo estaba enseñando a personas con rango de 5º o 6º Dan en la clase! Alguien solía quejarse si eso ocurría. La respuesta de O Sensei era que los uchideshi eran los más calificados porque conocían los “kaeshi waza”, las técnicas secretas. Él decía que enseñaba los “kaeshi waza” solamente a los uchideshi.
Liese Klein: ¿Cómo era tomar ukemi para O Sensei?
Kurita Yutaka: Yo era muy malo tomando ukemi para O Sensei. También había otros instructores que tampoco eran muy buenos, pero yo era el peor. Una vez tuvimos una demostración y todos los uchideshi estaban allí, en fila y en seiza, para tomar ukemi en el orden de rango. O Sensei llamó a Tamura, Chiba, Nishiuchi y para el momento de mi turno yo había estado en seiza durante una hora. Mis piernas estaban completamente dormidas. Me incorporé e inmediatamente me colapsé en el tatami. Ese fue el fin del cuento.
Liese Klein: Al ver el pasado y sus experiencias, ¿qué fue lo más importante que aprendió de O Sensei?
 Yo creo que esa era la manera en que él me estaba transmitiendo la esencia del Aikido. No es necesariamente la técnica; es la manera de ser un artista marcial, de estar consciente. Kurita Yutaka: Aprendí mucho al haber actuado como el porteador de equipaje de O Sensei en las idas y vueltas a Iwama. Una vez, en el viaje de regreso al Hombu Dojo, estábamos cambiando de trenes en la estación de Ueno. Habíamos caminado a través de la estación y luego O Sensei se volvió hacia mí: “¡No caminas en absoluto como un artista marcial!”, dijo. Entonces me mandó de regreso a la plataforma para caminar de nuevo, esta vez como un artista marcial.
En otra ocasión estaba acompañando a O Sensei a algún lugar. Cuando los uchideshi viajábamos con O Sensei debíamos estar de pie a la derecha y un poco hacia delante como una especie de guardaespaldas. Si alguien estuviese en el camino debíamos empujar o quitar a la persona y proteger a O Sensei. Creo que yo debí haber sido bastante malo en este deber porque una vez O Sensei me dijo: “Vete a mi izquierda. Yo seré tu guardaespaldas”. Entonces fuimos caminando con O Sensei actuando como mi protector.
Si uno lo piensa, él me estaba haciendo ser consciente de que el peligro podría venir de cualquier lado. Hay que tener cuidado en ambos lados. Yo creo que esa era la manera en que él me estaba transmitiendo la esencia del Aikido. No es necesariamente la técnica; es la manera de ser un artista marcial, de estar consciente.
Liese Klein: ¿Cómo terminó enseñando en México?
Kurita Yutaka: Cuando O Sensei murió en 1969 decidí abandonar el Aikido. En esa época todos mis contemporáneos se habían ido del Japón y del Hombu Dojo para enseñar en el exterior. Yo abandoné el Aikido y comencé a trabajar para un número de compañías automovilísticas. Durante ocho años no tuve nada que ver con el Aikido.
Entonces en 1977 Chiba Sensei me localizó y me pidió regresar. Él había regresado al Hombu después de años en Inglaterra. Chiba Sensei me dijo: “Te necesitamos. Tienes que regresar”. Entonces comencé a entrenar de nuevo, y me fui a México en 1979.
Liese Klein: ¿Qué tal es enseñar Aikido en una cultura diferente?
Kurita Yutaka: Cada cultura tiene su propia manera de pensar. En México la obsesión cultural es de ser fuerte y poderoso. Yo creo que es porque México es un país en desarrollo buscando convertirse en una nación más poderosa. Sin embargo eso hace difícil en México el transmitir un arte como el Aikido en el cual se intenta no depender tanto en la fuerza ni en el poder.
También hay una dificultad en superar la barrera del idioma y tratar de comunicar conceptos muy abstractos. Con mucho en el Budo se intenta transmitir ideas que están fuera de la lógica. La gente quiere la lógica – quieren saber por qué algo se hace de una manera y no de otra. El Budo está más basado en el instinto y en el sentir, mas que en la lógica. Es como cuando uno envaina la espada durante la práctica de Iaido. Sólo se puede sentir dónde está la punta del sable cuando lo retornas a la saya. No hace falta mirar hacia abajo cuando se envaina un sable.

Liese Klein: ¿Cuál es su impresión de cómo se está transmitiendo el Aikido después de la muerte de O Sensei?
 Kurita Yutaka: No se está transmitiendo.
 Hay que trabajar en lo básico. Todo lo que hacía O Sensei era lo básico, y esa idea no se está comunicando. Hace falta enfatizar los elementos básicos en América y en las demás partes del mundo. La gente necesita ser consciente de la importancia de los elementos básicos. Los elementos básicos deben ser sólidos y deben ser exactos. Nikkyo y otras técnicas se hacen de una cierta manera. No se puede progresar hacia las contra-técnicas o las variaciones hasta que los elementos básicos estén establecidos. No creo que esto esté siendo transmitido alrededor del mundo. Hay que trabajar en lo básico. Todo lo que hacía O Sensei era lo básico, y esa idea no se está comunicando.
Sin duda una entrevista muy interesante. A continuación podemos ver un vídeo del trabajo de Kurita Shihan durante la celebración de un Seminario Nacional en México en 2009. Esperamos que os resulte interesante.

viernes, 28 de febrero de 2014

LA FILOSOFÍA DE UN ARTE MARCIAL: EL AIKIDO (por Paulo Coelho)

LA FILOSOFÍA DE UN ARTE MARCIAL: EL AIKIDO (por Paulo Coelho)

July 19, 2012 at 7:51pm
Creado por el japonés Morihei Ueshiba (1883-1969).
He algunos de los conceptos que enseña sobre cómo superar los conflictos por los que todos tenemos que pasar:
_ Quien tiene un objetivo en la vida habrá de enfrentarse a una fuerza contratria; para eliminar esta fuerza, es necesario a aprovecharla en beneficio propio.
_ Un verdadero guerrero jamás sacrificara a sus amigos para derrotar al adversario; por lo tanto, debe aprender a detectar y resolver los problemas antes de que se manifiesten.
_ La mejor manera de enfrentarse al adversario es convencerlo de la inutilidad de sus gestos. el guerrero muestra que su objetivo no es destruir nada, sino construir su propia vida. Quien camina hacia su sueño busca la armonía y el entendimiento por encima de todas las cosas, y no le importa explicar mil veces lo que desea, con tal de ser escuchado y comprendido.
_ No debe quedarse fijado a los problemas que tiene por delante en su camino: acabarán hipnitizándolo y bloqueándolo para cualquier acción. Tampoco debe concentrarse demasiado en sus propias cualidades, pues ellas se le concedieron para que las aplicara, no para que las exhiba.
_ La fuerza de un hombre no radica en el coraje de atacar, sino en la capacidad de resistir los ataques. Por lo consiguiente, prepárese -mediante meditación, ejercicios, y una profunda conciencia de sus propósitos- para aguantar firme y continuar en el camino, por mucho que odo y todos a su alrededor intenten separarlo de su meta.
_ La derrota se da antes de la victoria. La clave para vencer es saber perder, sin por ello desistir.
_ En situaciones extremas, sobre todo cuando ya está considerablemente cerca de su objetivo, el Universo probará sus propósitos, exigiéndole el maximo de su energía. ha de estar preparado para grandes pruebas, a medida que el sueño se hace realidad.
_ No mire a su vida con resentimiento, y prepárese para aceptar todo aquello que los dioses le han ofrecido; cada día contiene en sí mismo la alegría y la furia, el dolor y el placer, la oscuridad y la luz, el crecimiento y la decadencia. todo eso forma parte del ciclo de la naturaleza. Por lo tanto, no quisiera quejarse o luchar contra el orden cósmico. Acéptelo, y él lo aceptará.
_ Si su corazón es lo suficientemente grande, logrará acoger a todos aquellos que se oponen a su destino; y una vez que los haya acogido con amor, será capaz de anular la fuerza negativa que portaban sus adversarios.
_ Cuando note que un adversario se le acerca, aproxímese y dígale palabras delicadas. Si insiste en su agresividad, no acepte la lucha a no ser que vava a servir para algo; y si ha de luchar, utilice la fuerza del oponente, y no gaste su energía.
_ Hay que conocer el momento adecuado para usar cada una de las cuatros cualidades que la naturaleza nos enseña. Dependiendo siempre de las circunstancias que le toque vivir, sea duro como un diamante, flexible como una pluma, generoso como el agua, o vacío como el aire. Si el origen de su problema es el fuego, de nada servirá contraatacar con más fuego, pues tal cosa solo aumentará el incendio: en este caso, tan solo el agua logrará combatir el mal. Nunca el problema puede enseñarle cómo ha de reaccionar ante él: tan sólo uno mismo tiene ese poder.